Con mal sabor de boca

Fallas. 3a de Feria. Bueno novillada, bonito cartel. Tres toreros, uno de ellos es la explosión personificada, otro toma la alternativa el mes que viene en Sevilla y del otro sabíamos bien poco, lo que daba más interés aún a la corrida. Todo parecía perfecto. Pero no. No lo ha sido.

El novillero más nuevito, Pascual Javier, era el de la tierra. Torear donde has nacido y donde has visto por primera vez los toros tiene que dar verdadero coraje pero no es escusa para "torear" como lo ha hecho este chico. Y entrecomillo torear porque como ha dicho Molés unas cuantas veces hoy, Pascual solo ha dado pases. Siempre fuera de sitio y teniendo que corregir la posición, lo que da mucha lentitud e impide un toreo continuo y con unas series de tres o cuatro pases. Mal, en general, mal. Siento decirlo pero no le veo mucho futuro por delante al joven valenciano.

El  explosivo lleva de nombre Sergio Flores y hoy le ha tocado un lote sin chispa y sin raza pero tampoco es que él haya tenido ninguna de esas dos cualidades. Estamos acostumbrados a ver a un Sergio que arriesga, que se juega la vida y mete ritmo a la lidia, pero hoy no lo ha hecho.

López Simón ha sido el más voluntarioso de los tres. En el tercero de la tarde ha arrancado una oreja algo excesiva pero ese premio demuestra claramente lo que se aburría la gente. Querían espectáculo, toros, mas torería, mas errores si hace falta... Al fin y al cabo los novilleros están para eso y el que va a ver una corrida de este calibre lo sabe perfectamente.

La corrida ha sido mala, para que engañarnos. El aforo no llegaba ni a la mitad y las faenas no han llegado al público. La palabra es chispa. No la ha habido ni por los novillos, ni por los novilleros, ni por el público.

En cuanto a presentación, regular. Algunos mejor y otros peor.

Termino recordando que mañana hay otra novillada y el miércoles vuelven los toros con un cartel que, si embisten, promete. Serían Valdefresno para Duffau, Silveti y Jimenez Fortes.

Hasta entonces.

Iñigo Martín Apoita