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viernes, agosto 24, 2012

El pase

Un pase. Y no hablo de cuando un jugador cede el balón a otro, ya sea con el pie o con la mano. Hablo del pase aplicado al toreo. ¿Qué es un pase? Según la enciclopedia de los toros, 'El Cossío', un pase es "lance o suerte de la muleta en que se moviliza el toro de sitio permaneciendo el torero parado". Por aquí salen cosas interesantes ya. Más extraña es la definición de la RAE, a  mí me gusta menos, dice "cada una de las veces que el torero, después de haber llamado o citado al toro con la muleta, lo deja pasar, sin intentar clavarle la espada". Todo esto lo saco para poner sobre la mesa la información que voy a usar para resumir por qué la faena de El Juli no me ha llegado y no me ha parecido de Puerta Grande como ha sido.

Julián López Escobar "El Juli" ha cortado dos orejas en Bilbao llegando al tendido como nunca lo había hecho (nunca había salido a hombros en el coso de la calle Martín Agüero). Juli ha toreado con la muleta muy pura, ofreciéndola plena, pero descargando la suerte y totalmente al hilo. Para los que no sepan a qué me refiero, o bien discrepen, me explico. Julián retrasa el pie contrario en cada pase para poder hacerlo más largo, convirtiendo cada uno de ellos en falsos redondos en los que, lógicamente, tiene que mover su cuerpo para acompañar el movimiento del toro y que no le desarme. Un poco a raíz de descargar la suerte llega el toreo al hilo, torear escondido detrás de la oreja del toro. Imagínense la escena, El Juli girando sobre sí mismo para acompañar la embestida del toro con el brazo totalmente alargado y llevando al toro pegado a la muleta, lo que provoca que los pitones del toro pasan su cuerpo antes de que él le de la cara a la res. Es por estos dos motivos por los que digo que no ha merecido dos orejas. Entiendo que una podría haber sido justa por su entrega y temple, pero dos no las veo factibles para una plaza como Bilbao.

Otro trofeo desmerecido nos ha dejado Alejandro Talavante. Gris en su primero, frío, sin transmitir, incapaz de limar las cosas malas de un toro con mucha nobleza y profundo, y muy parecido en su segundo, sacando algún muletazo a un toro con humillación, casta, nobleza y hasta cierta clase. Flojo Talavante en la tarde pero  ha cortado una oreja. Lo más asombroso es que Bilbao sea capaz de sacar un pañuelo en una faena así, como la segunda de Fandiño ayer, pero más increíble todavía es que el "gran aficionado" de nuestro presidente (sin ánimo de ofender en ningún momento) conceda esa oreja a un torero que, vale, ha hecho un esfuerzo, pero no ha llegado ni a un cuarto de su potencial.

Y me falta Padilla. ¡Ay Padilla, cuánto valor tienes pero qué difícil se te hace torear con gusto! Siento ser así de directo pero Padilla, aun más voluntarioso y menos encima de los toros que antes de su cogida, sigue teniendo lagunas. Que sí, que es verdad que tiene un par de eso para ponerse delante de un toro, y es verdad que a mí me pones uno delante y corro más que en toda mi vida junta, pero si él se pone delante se supone que es porque sabrá torearlo bien. Y no ha sabido, desde mi punto de vista. Siempre fuera de cacho, falto de temple, toreando de pico y dejando al toro tocar la muleta. Es una pena que una persona tan grande sólo esté una tarde en Bilbao, pero, con el debido respeto, no justificaría dos.

En cuanto a la ganadería, El Pilar, muy noble en general, los toros se han dejado, ha faltado un poco de casta, de garra (los únicos que ha habido así han sido los dos de Talavante y tal vez el segundo de Juan José), pero ha dado opciones a todos salvo uno de ellos, diría yo, el quinto de la tarde, segundo de Julián.

Cómo habéis podido apreciar, personalmente, estoy muy defraudado con el comportamiento de la plaza en las dos de El Juli, en la de Alejandro Talavante, y en el aplauso en el arrastre de algún toro pésimo. Quiero terminar diciendo que esta actitud algo crítica en ningún momento trata de ser ofensiva y respeto a todos los aficionados y sus opiniones, y soy consciente de que muchos de ellos habrán visto más toros que yo a lo largo de su vida. Es una simple opinión.

6 toros de El Pilar, muy bien en comportamiento menos el inválido quinto, flojos de presentación, algunos con poca cara pero buenas hechuras, que en conjunto no dejan de hacer un toro justo de trapío si lo sumamos a los no descarados pitones, para:
Padilla (¿avellana? y oro): Silencio, silencio.
El Juli (Nazareno y azabache): Dos orejas, ovación.
Talavante (blanco y plata): Silencio, oreja.
Tarde nublada con dos tercios de plaza. Se aplaudió al picador del segundo de El Juli.

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