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lunes, agosto 27, 2012

Saliendo del G-10 también hay toreros

Pues sí. Parece que poco a poco el G-10, esos 10 toreros referencia, nos va aburriendo. Nos aburren los toros simples y sencillos que hacen ganaderías como Núñez del Cuvillo o Juan Pedro Domecq. Nos aburren por la sencilla razón de que un toro ha de ser un animal bravo, encastado, bravo otra vez... Y no un toro noble y enclasado que se deja fácil y no desarrolla ni una pizca de maldad. A mí, personalmente, esos toros me aburren. A los toros voy a emocionarme viendo como un torero es superior a un toro que embiste con casta pero que tiene sus complicaciones, y a ver como el torero lima las asperezas de su oponente.

Algo así ha pasado hoy con un brillante Luis Bolívar. El colombiano ha estado muy firme, templado y con oficio ante un toro muy noble, con mucha calidad, pero con ciertas cosas que pulir y que el matador de toros de Cali ha sabido solucionar a la perfección. Para mí, uno de los toros más completos de la Feria, un toro con las cosas buenas básicas necesarias pero con cosas malas que muestra en varas y banderillas y que puede uno apreciar cómo las arregla el matador. Su otro toro, un astifino peligroso de Victorino, no tenía ninguna opción de buen toreo y ha sido imposible lidiarlo.

También hoy brillante Diego Urdiales. Después de un toro peligrosísimo -el primero- y una cogida (ahora hablamos de ella), se veía en el callejón, en medio de una tarde peligrosa, teniendo que matar otros dos toros más. Un papelón para el riojano que ha sabido solucionar sin mayores problemas, tirando de arte, de gusto, de tablas, de torería y, sobre todo, de valor y coraje. Su otro toro, el cuarto, le ha pegado una voltereta impresionante, desplazándolo unos 10 metros entre el revolcón inicial y el empujón posterior. Tras eso, el toro ha aprendido muy rápido y ha comenzado a meterse por dentro y desarrollar un peligro que sólo tenía un final posible, el estoque. Tampoco ha sido mucho mejor el quinto, lidiado en sexto lugar por la cogida de Javier. Un toro manso, sin entrega ni humillación, al que Diego le ha cortado la oreja como premio a la presencia, a la magnífica tanda de naturales y, qué leches, a haber estado como ha estado durante toda la tarde. Ha puesto Urdiales lo que no tenía el toro. Tremendo.

La cara oscura es para Javier Castaño. El matador leonés se las ha visto con un toro que ha mostrado desde el principio mucho peligro. En los lances del recibimiento, 'Conducido' ha puesto tal intensidad que Castaño se ha puesto nervioso y se ha cerrado a sí mismo contra las tablas. Se ha jugado la vida, suerte que el toro ha pegado el derrote hacia fuera y no le ha llegado a coger. Uno de los problemas de los victorinos es que aprenden rápido, y sólo con decirles que el toro, al reencontrarse con Javier en la capa, le ha hecho lo mismo otra vez, les estoy diciendo todo. La faena de muleta ha sido de escándalo y la hemos vivido con el corazón en un puño viendo a Javier por los aires en muchos momentos. Para su tranquilidad, hay que decir que solo le ha conseguido coger en una ocasión, propinándole una paliza que ha terminado con unos fuertes dolores en la zona de las costillas y la entrada a la enfermería a la postre de la muerte del toro. El resultado, traslado al hospital de Basurto para mayores pruebas. Hasta ahora se ha podido asegurar que no hay rotura de costillas, una noticia aliviante para los muchos seguidores de este torerazo.

A destacar negativamente está el público, que ha aplaudido a tres toros complicadísimos y con pocas opciones, silvando, injustamente, a los toreros que se han jugado la vida.

Cierro con la ficha pero mañana más no, me temo, de aquí a Valladolid, Albacete, o tal vez ninguna. La próxima fija, San Miguel (Sevilla), a mediados de Septiembre. Muchas gracias por estas dos semanas, un saludo.

6 toros de Victorino (los dos primeros muy justos de hechuras pero pasando en trapío, el tercero mejor, el cuarto torazo) para:
Diego Urdiales (azul turquesa y oro): Ovación tras aviso, vuelta al ruedo con petición, oreja (en el quinto, lidiado en sexto lugar y como sustitución del herido Castaño).
Javier Castaño (azul turquesa y oro): Herido.
Luis Bolívar (fucsia y oro): Pitos, oreja.
Tarde soleada y sin mucho calor pero con el sol pegando muy fuerte con casi media plaza.

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